Hoy estoy un poco triste porque he descubierto que no he ganado el concurso al que había presentado una de mis novelas. Como todas las que escribo, era una en la que había puesto todo mi corazón mientras la creaba. Y siempre he pensando que era digna de ganar... Pero bueno, el resultado ha sido otro del que yo me había imaginado. Me hubiera gustado poner esa guinda a las fiestas de Navidad que se aproximan.
¡¡ EN FIN!!
Puedo desanimarme y llegar a pensar que parece que sólo escribo para mí. Pero sé que lo lograré. Lo cierto es que nunca se sabe cómo acertar. Dónde estará ese punto que marcará la diferencia de todo lo que habías hecho hasta ahora. Pero tengo eso dentro de mí. Eso que me dice que siga adelante porque lo voy a lograr. Que voy a lograr mi sueño.
Y, como dice una persona a la que admiro, que me arranca una sonrisa cada mañana:
" ¡Nunca te rindas! ¡La ultima llave puede abrir la puerta!"
Y eso es lo que voy a seguir haciendo. Tengo cosas muy bonitas que vivir. Llega la época tan mágica y bonita que es la Navidad y sigo continuando otra novela que tengo entre manos.
Porque tengo esa necesidad. ¡La siento dentro de mí! Siempre estoy pensando en qué añadir. En lo próximo que voy a escribir.
La imaginación y, la necesidad de plasmarlo en papel, nunca me abandonan.
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